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  • Foto del escritorBest Buddies Colombia

Se puede continuar


Marlon es un hombre de 35 años que tiene una discapacidad intelectual desde niño. Después de recorrer el difícil camino de la educación escolar que enfrentan muchos niños y jóvenes con discapacidad en Colombia, y luego de muchos intentos por buscar una actividad productiva, Marlon empezó a trabajar en una tienda D1 en Medellín a mediados del año 2019. Su principal responsabilidad consistía en acomodar los productos en la tienda, pero por su personalidad abierta y conversadora, con frecuencia también orientaba a los clientes para encontrar lo que buscaban y apoyaba a sus compañeros en tareas adicionales que fueran necesarias.


Cuando empezó la pandemia Marlon tuvo que dejar de ir al trabajo y, como a todos nos pasó, debió adaptarse a esa nueva e incierta realidad del encierro. Al cabo de varios meses y cerca de cumplir un año de trabajar en la empresa, Marlon, lleno de emoción, volvió a trabajar al tiempo que empezaba a reactivarse, poco a poco, la actividad económica en el país. Fue un regreso feliz para él, que llevaba meses esperando volver a encontrarse con su rutina, sus amigos y su propia vida.

La mañana del 2 de agosto de 2020, Marlon fue atropellado por un taxi cuando estaba montando en bicicleta. De repente y de nuevo, algo lo llevó a hacer un alto en el camino, a poner su vida en pausa. Estuvo hospitalizado cerca de un mes y sus lesiones alteraron de manera importante sus habilidades comunicativas, su memoria y su autonomía. Debió reaprender muchas cosas, desde comer hasta orientarse. Ha sido un proceso largo, que aún continua, pero sin duda ha estado lleno de resultados y satisfacciones.

Su trabajo quedó de nuevo suspendido indefinidamente. Sin embargo, hace pocos meses Marlon pudo volver y, como sus anteriores tareas le resultan difíciles, actualmente se encarga del aseo de la tienda, ayuda a limpiar los productos y hace labores simples con el apoyo de algunos de sus compañeros. Marlon aún no recuerda muchas cosas, pero tiene presente a su abuela "mamita" que falleció hace unos años, a Paola su antigua novia y algunas amistades del barrio y de la vida. Ahora habla poco, pero, a través de la pantalla que nos separa, me cuenta que quiere tener una novia mona, ojiverde y de pelo largo, que le gusta mucho ir a su trabajo y que sus gatos fueron su gran compañía mientras se recuperaba del accidente. Luz Omaira, su mamá, está convencida de que el trabajo ha sido el gran estímulo de su hijo para superar sus dificultades y confía en que se seguirá recuperando. Y yo, admirada de conocer una historia tan potente y tan humana, estoy convencida de que la confianza, el apoyo y las oportunidades son herramientas que transforman y dignifican la vida de las personas con discapacidad, que les permite avanzar incluso cuando enfrentan las situaciones más adversas. Marlon es testimonio de ello.

Texto de Juliana Bustamante Reyes

Fotografía de Juan Guillermo Correa



El texto y la imagen hacen parte del Calendario Best Buddies Colombia 2022 - Historias de un año como ningún otro.

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